En el Día Internacional de la Mujer: No basta con que las mujeres digan „¡Ya basta!“

Declaración de miembros y amig@s de WLOE, Bonn, Alemania, febrero de 2006, en respuesta a la petición internacional “¡Las Mujeres dicen NO a la guerra!”

Naturalmente decimos NO A LA GUERRA y de este modo nos unimos a miles de mujeres cuyo llamamiento será entregado hoy a la opinión pública, en el Día Internacional de la Mujer.

Pero creemos que NO BASTA. No basta con que las mujeres digamos "¡ya basta!".
Tenemos que oponernos a la alianza de los políticos cegados por el poder, de los dueños de las multinacionales obsesionados por el beneficio, de los halcones militares con nuestra RESISTENCIA, nuestra implicación en busca de una solución y nuestro DESEO DE PAZ incondicional.

Existe una relación entre la destrucción de la paz social interna y la amenaza de la guerra exterior. La potencia mundial Estados Unidos de América parece no tener ya interés alguno en solucionar diplomáticamente el conflicto con Irán sobre su programa nuclear. El conflicto escala porque a Irán se le exigen concesiones que van más allá del mantenimiento de los compromisos alcanzados en el tratado de no proliferación nuclear. Por su parte, Estados Unidos y otras potencias nucleares no cumplen este tratado: desde hace años se han resistido al desarme nuclear al que se comprometieron a través del tratado.

Las veladas amenazas de guerra lanzadas contra Irán por Estados Unidos también han sido suscritas por voces de Europa y Alemania. Al mismo tiempo, siguen los preparativos para un eventual ataque nuclear. Un ataque de este tipo, que ya no se descarta, sería un crimen contra la Humanidad.

La guerra, como nos muestran a diario los expertos en relaciones públicas, empieza en nuestras mentes. En el caso de Irán, ya ha empezado hace tiempo. Los medios con los que se está llevando a cabo esta guerra son la prohibición del velo y el conflicto de las caricaturas. Los elementos pretendidamente defendidos son la cultura dominante, la libertad de pensamiento y los valores occidentales. Sin embargo, las ofensas religiosas y las humillaciones a personas de otras culturas son algo más que daños colaterales: las destructivas reacciones que les siguen son una herramienta calculada para hacer la apología del odio que hasta ahora ha predecido a todas las guerras. Pero ahora se trata de una guerra atómica.

Nosotras las mujeres decimos NO a esta apología del odio. Detengamos a los pirómanos. Es el momento. Nosotras decimos, más bien gritamos: ¡nuestro mundo está en llamas! En este mismo momento ya se ha impuesto la guerra – la guerra contra los pobres, la violencia contra los débiles, el robo de las necesidades para la vida. Los ataques atómicos, con los que cada vez más abiertamente se amenaza, serían una catástrofe y el fin del futuro para todos nosotros.

Mujeres, hombres, seres humanos– resistamos juntos. RESISTAMOS A LA GUERRA Y HAGAMOS LA PAZ.