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Ni un paso atrás
Madres de Plaza de Mayo


Madres de Plaza de Mayo
Editorial Txalaparta.
1997, Navarra. 151 páginas.
ISBN 84-8136-063-5

   

"Es una historia de muerte pero también de mucha vida. Un largo camino que se inicia hace 20 años, aquel lejano 30 de abril de 1977, cuando un puñado de valientes mujeres se decide a exigir justicia en la mayor plaza de Buenos Aires. Corrían años de plomo, y la Argentina estaba asolada por el terror de la patada en la puerta, los coches Ford Falcon de los parapoliciales, las escopetas Itaka, los secuestros, la tortura, el silencio, la indiferencia, la nada. Y ese recorrido llega inalterablemente hasta estos días del presente, donde la impunidad ha sido consagrada a punta de decretos presidenciales, el dolor sigue siendo el mismo, la muerte uniformada continúa acechando en las calles. Y a pesar de todo, ellas siguen allí, con sus pañuelos blancos al viento, firmes, decididas, con las huellas de los años en el cuerpo pero más jóvenes que nunca a la hora de desafiar a los poderosos." (Fragmento del prólogo)

"Un libro escrito desde las entrañas del dolor y la lucha por la vida. La historia de unas mujeres comunes, amas de casa, trabajadoras, profesionales, que en un oscuro día vieron y sintieron cómo la prepotencia fascista de los militares argentinos les arrancaban a sus hijos e hijas para instalarles en un espacio incierto, terrorífico, criminal: el de los desaparecidos.

Son las propias Madres de Plaza de Mayo las encargadas de escribir este memorial de 20 años de resistencia y denuncia a los poderosos. Ellas, creciendo desde su debilidad, marcaron a fuego a los culpables, a sus inspiradores y a los políticos cómplices que, con el "punto final" y el indulto intentaron enterrar la memoria.

Paridas por sus propios hijos, germinadas por sus ideas y su compromiso revolucionario, las Madres han socializado la maternidad, convirtiéndose en propagadoras incansables de los principios de justicia y libertad por los que aquéllos cayeron." (Texto de la contraportada)

"Dejen la memoria ahí, donde se olvida el olvido,
para que el verdugo sepa que adonde vaya lo sigo.
No importa que ya no esté, soy un silencio testigo.
Si soy recuerdo, recuerda.
No olvides que no hay olvido.
Cuando las madres pregunten qué fue de nuestro destino,
no se olviden de acordarse que aquí y ahí comienza el camino."


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