Jadranka
Milicevic: "La red de Mujeres de Negro me ha permitido sobrevivir"
Jadranka Milicevic
es de Sarajevo, aunque durante la guerra en Bosnia tuvo que emigrar
a Belgrado como refugiada. Allí conoció a las miembros de Mujeres
de Negro y empezó a participar en sus actividades. Actualmente, Jadranka
ha regresado a Sarajevo, donde ha fundado el grupo Mujeres
por Mujeres de Bosnia y Hercegovina.
En abril participó
en el Encuentro Internacional sobre Refugiados de Guerra que se celebró
en la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí nos contó
un poco su experiencia con Mujeres de Negro y en los campos de refugiados
serbios.
Encuentro
con la líder de Mujeres de Negro de Belgrado
Jadranka-
Llegué a Belgrado en junio de 1992. Intenté organizar mi vida, pero
fue muy difícil, aunque mi situación era distinta a la de otros refugiados.
Yo tenía alguna familia cercana en Belgrado y cuando llegué tenía mi
espacio. No viví en campos de refugiados, tenía un pequeño piso sólo
para mi familia, para mis hijos y para mí. Y luego traje a mi madre
en 1993 y nos quedamos aquí hasta la fecha del acuerdo.
Cuando llegué
fui a la ciudad y vi un par de veces un grupo de mujeres concentradas
en la calle y vestidas de negro. No sabía nada de aquello, pero tenía
muy claro porque había tenido que ir a Belgrado, sabía quién era el
agresor en mi ciudad, en Sarajevo. Sabía que el régimen serbio y el
gobierno eran los culpables de que yo no tuviera mi casa y mi vida de
antes de la guerra. Un primo mío en los Estados Unidos me envió un mensaje
y me dijo que me pusiera en contacto con Mujeres de Negro. Yo las había
visto pero nunca les había preguntado quiénes eran. Y mi primo vino
y me organizó el primer encuentro con Stasa Zajovic, la líder de Mujeres
de Negro. En octubre de 1992 tuvimos el primer encuentro. Para mi fue
realmente muy interesante. Y para mi corazón y para mi alma, por así
decirlo, ha sido muy importante Mujeres de Negro en los últimos diez
años. Era feliz en Serbia y especialmente en Belgrado porque podía hablar
públicamente de quién es culpable, quién es el agresor, quién tiene
que aceptar sus responsabilidades, y hablo de 1993, 1994, etc. Entonces
sólo un pequeño número de ciudadanos normales en Belgrado lo pensaban
y lo decían. Las miembros de Mujeres de Negro, del Círculo de Belgrado,
el centro de mujeres, algunos grupos realmente muy, muy pequeños.
A menudo digo
que empecé mi nueva vida con Mujeres de Negro. En diciembre de 1992
me incorporé al grupo, los siguientes tres años coordiné un proyecto
sobre refugiados. Este proyecto era realmente mi responsabilidad y cuando
regresé a Sarajevo, en julio de 1996, cerramos el proyecto. Pero yo
mantengo el contacto con el grupo. Hace tres días estuve en Belgrado
para una gran manifestación, el 6 de abril, porque se cumplían 10 años
del inicio de la guerra en Sarajevo.
La raíz de MdN: Oposición a la guerra, al nacionalismo y al gobierno
de Milosevic
Jadranka-
Todo empezó el 9 de octubre de 1991. Un grupo de mujeres que entonces
no tenía nombre y estaba formado por mujeres de diferentes profesiones
quería hacer algo contra el régimen y le pareció una buena manera vistiéndose
de negro, en silencio, con manifestaciones en Belgrado. Cuando nos preguntábamos
qué era importante, todo el tiempo decíamos lo que pensábamos sobre
la situación, sobre la guerra en Bosnia, sobre Kosovo. Nosotras queríamos
hablar por nosotras mismas, en nuestro nombre y con nuestros cuerpos.
Para nosotras no es importante lo que piensa el gobierno, estamos viviendo
en Serbia pero no apoyamos el régimen, pensamos algo distinto. Por eso
es importante manifestarse cada miércoles. A menudo teníamos problemas
y estábamos preocupadas, especialmente en 1993 y 1994, cuando el nacionalismo
era muy fuerte. A veces los miércoles éramos sólo cinco mujeres de pie
en la calle, pero continuamos durante diez años cada miércoles. Para
nostras era muy importante rechazar la identidad colectiva, la identidad
serbia, y abogar por una identidad personal, individual, esto es muy
importante en nuestro mensaje.
Mujeres de
Negro es un grupo feminista de activistas por la paz. Nosotras decimos
Mujeres, pero en nuestro trabajo también hay chicos, chicos jóvenes,
especialmente desertores que no quieren ir al ejército, y nosotras apoyamos
la objeción de conciencia. Nuestro trabajo incluye también a hombres,
jóvenes, mujeres... Sobre todo después del acuerdo de Dayton, cuando
cerramos el proyecto sobre refugiados en los campos de refugiados y
empezamos un taller por toda Serbia, especialmente en el sur. Nuestro
proyecto tiene que ver con el antimilitarismo a través de talleres itinerantes
con los que viajamos por toda Serbia, creando una red.
En este momento,
hay unas 10 ó 20 mujeres realmente activas, que hacen el trabajo, etc.
Pero cuando organizamos grandes acciones también recibimos el apoyo
de otros grupos de mujeres. En 1994, cuando hacía 1.000 días de la ocupación
de Sarajevo, alrededor de 2.000 personas vinieron para apoyarnos en
el centro de Belgrado. Cuando celebramos una gran conferencia, como
el encuentro internacional que celebramos cada año, vienen mujeres de
toda Europa. A nosotras no nos gusta hablar de líderes, pero Stasa es
realmente la mujer cuya idea vital es Mujeres de Negro. El activismo,
las publicaciones, los escritos son su vida.
El proyecto de Jadranka: el trabajo en los campos de refugiados serbios
Jadranka-
Cuando tuvimos el primer contacto con la gente refugiada empezamos
simplemente escuchando, nos sentábamos y tomábamos café con las mujeres.
Eran mujeres que habían tenido que ir solas a los campos de refugiados
porque los maridos, los padres o los hijos estaban en el frente. No
sabían lo que había pasado con el resto de su familia y tampoco podían
trabajar ni hacer nada. Nosotras nos responsabilizamos de cuatro campos
de refugiados, en diferentes lugares lejos de Belgrado. Había uno en
Vojvodina, tres en Serbia y uno en Belgrado. Trabajábamos con los musulmanes
y en un hospital para niños con enfermedades crónicas.
Cuando visitamos
el campo por primera vez nos dimos cuenta de lo que era importante:
ayudar a las mujeres a ganar algo de dinero. Y empezamos un proyecto
que consistía en hacer trabajos manuales y artesanía que nosotras vendíamos.
Así recibían algo de dinero para sus necesidades: para los niños, la
escuela, los medicamentos. Creo que era un gran proyecto. Escuchábamos
historias muy bonitas de las mujeres que recordaban cómo era su vida
antes de la guerra y con ellas imprimimos un libro.
Durante la
guerra venía gente mayor, que no tenían dinero para comprarse unas gafas.
Se sentaban y no podían leer, ni ver. Nuestras amigas italianas nos
ayudaron con dinero y les compramos unas gafas y periódicos. Ahora cuando
lo digo no parece gran cosa, pero este proyecto fue realmente muy duro.
También llegaba ayuda humanitaria: comida, medicamentos, ropa, zapatos,
etc. de nuestras amigas italianas y españolas. Pero no queríamos sólo
dar ayuda humanitaria. Hicimos una gran performance de teatro con la
gente y los niños de los campos de refugiados, también hubo un proyecto
sobre fotografía. Después de siete años sigo teniendo contacto con esos
niños, que ahora ya son mayores. Y ahora uno de ellos es fotógrafo profesional.
Quizás yo haya ayudado en total a unas cinco personas pero estas personas
tienen una profesión para el futuro.
Mujeres de
Negro es algo especial. Cuando llegué a Sarajevo empecé con el grupo
Mujeres para Mujeres. Allí trabajamos, ayudamos a las mujeres, pero
no hay la discusión política. Ahora tenemos otra situación. Cuando en
un espacio tienes a diferentes mujeres con diferentes nombres, con diferente
trasfondo nacional, diferentes profesiones -algunas son trabajadoras,
otras doctoras, otras profesoras de la universidad. Cuando tienes mujeres
entre 50 y 84 años juntas es algo raro. Por eso Mujeres de Negro era
totalmente diferente. Teníamos puntos de vista muy diferentes, pero
todas estábamos en contra del régimen y en contra de Milosevic. Cuando
empezamos no teníamos dinero, no teníamos nada, sólo queríamos cambiar
algo y ayudarnos a sobrevivir. Yo era refugiada de Bosnia, no podía
ayudar a mi marido y a mi familia en Sarajevo, pero para mi era importante
cada miércoles cuando íbamos a la calle y había periodistas internacionales.
Una vez mi familia me envió un mensaje diciéndome "sabemos lo que estás
haciendo".
La ausencia de mujeres en los acuerdos de paz de la ex-Yugoslavia
Jadranka-
Durante los acuerdos de paz de Dayton nadie incluyó a una mujer.
Durante cuatro años cuando empezó la guerra en Bosnia, nosotras teníamos
contactos en Serbia, Bosnia, Croacia, Italia, España, pero nadie incluyó
a las mujeres. Pero no sólo en los Balcanes, también en la Unión Europea,
¿cuántas mujeres hay en el G-8? Tenemos que presionar, hablar, tenemos
que exigir que los gobiernos y la comunidad internacional nos incluya.
Pero la educación es muy importante, porque si no las personas, y las
mujeres, son fácilmente manipulables. En Bosnia y Hercegovina, cuando
hablamos con las mujeres normales y les decimos que tienen que participar
en la vida política, nos dicen: "la política no es para las mujeres,
es sólo para los hombres". Y nosotras les decimos: "toda tu vida es
política, cómo sobrevives, cómo ayudas, cómo educas a tus hijos, todo
es realmente política". En nuestra ley electoral se dice que cada partido
político tiene que tener un 30% de mujeres en las listas, pero después
de las elecciones no se cumple. Sobre el papel hay muchos derechos para
las mujeres, se habla de la Convención de Ginebra, pero es realmente
muy difícil a la hora de la verdad.
La difícil reconstrucción de la sociedad en Bosnia y Hercegovina
Jadranka-
Aún hay mucho por hacer. Diez años después de que empezara la guerra
en Bosnia y Hercegovina muy poca gente quiere saber qué ocurrió. Pero
no sólo en Serbia, también en Bosnia y Hercegovina hay mucha gente que
no quiere saber, igual que en Srebrenica o en Kosovo. Todos los ciudadanos
de la ex-Yugoslavia tienen que aceptar su responsabilidad: qué pasó
en la guerra, quién votó a la gente que luego empezaría la guerra. Para
mi es muy importante, ahora hay mucha gente que dice "yo no tengo nada
que ver", "yo no soy un líder político". ¿Pero como llegaron los líderes
políticos al poder? Alguien les votó. Cuando en Serbia se habla después
de la guerra de Bosnia sobre Kosovo mucha gente no sabe lo que pasó.
Yo volví a
Sarajevo porque quería continuar mi vida en Bosnia y Hercegovina y quería
incorporarme en el proceso y en el nuevo estado democrático de forma
activa. Pero tenemos una situación muy difícil. La implementación de
los acuerdos es difícil. Tenemos un gobierno internacional, el Alto
Comisionado, que ahora es una nueva persona y es el que realmente tiene
poder en Bosnia y Hercegovina. Vamos cambiando la situación, pero necesitamos
más tiempo. Necesitamos tiempo, pero los ciudadanos están cansados.
No sólo han perdido la esperanza, también el dinero, han perdido los
últimos diez años, se sienten deprimidos. Nosotras trabajamos con ONG's,
con ciudadanos normales, con la comunidad internacional, sabemos que
es lento, y es normal que sea lento, pero la gente no lo entiende. La
gente siente que nadie, ni el gobierno ni la comunidad internacional,
apoyan la vida económica. Es un gran problema. No hay compañías como
había antes de la guerra que empleen a 2.000 o 20.000 trabajadores,
ahora sólo hay tiendas pequeñas, mercado negro, algunas compañías privadas,
abren restaurantes, hoteles, pero no lo que necesitamos: empleo y puestos
de trabajo para el futuro. Los problemas sociales son un asunto muy
importante ahora.
Antes sólo
queríamos paz, paz, paz, pero ahora, ¿qué es lo siguiente? Tengo que
comer, tengo que pagar mi piso, comprar libros para mis hijos, la escuela,
etc. Si quieres una buena sanidad tienes que pagar, pero ¿cómo puedes
pagar si no tienes nada? También desde el punto de vista de la mujer
tenemos más violencia doméstica, más tráfico de blancas, la cuestión
de la prostitución, la educación de las niñas cuando las familias no
tienen dinero y muchas otras cuestiones de actualidad.
El fin de la guerra no se ha dejado notar en las calles de Belgrado
Jadranka-
El fin de semana pasado estuve en Belgrado y no hay mucho que haya
cambiado. Para mi es realmente difícil cuando veo esto. En 1992 y 1993
nosotros estábamos en guerra y por eso entiendo que la gente estuviera
enfadada y no comprendiera qué pasaba y cómo. Pero ahora, después de
10 años, cuándo preguntas qué pasa en Palestina, qué podemos hacer,
la gente dice: "a quién le importa esto en Serbia, no tenemos dinero,
tenemos una mala situación económica", "vosotras recibís dinero de Estados
Unidos" o "recibís dinero de los países musulmanes", comentarios muy
negativos. Nosotras escribimos sobre Srebrenica, sobre Vukovar, sobre
Palestina. Y hay gente que viene y dice: "no, esto no es verdad, es
propaganda musulmana". Es realmente difícil, pero por una parte yo lo
entiendo, Serbia está viviendo una situación de depresión, la gente
pensó después del cambio de gobierno de Milosevic que la situación mejoraría,
pero la situación es mala.
La mente de
los ciudadanos serbios no ha cambiado. Después de 10 años del inicio
de la guerra en Bosnia y Hercegovina siguen diciendo que Serbia no era
el agresor, que los soldados serbios no mataban a la gente. No sé porqué
la gente en Serbia quiere mentir a sus propias conciencias, porqué no
quieren ver qué pasó realmente. Las reacciones de las mujeres son también
similares. En este pasado fin de semana vinieron un centenar de personas
para dar apoyo a estas ideas sobre Palestina y sobre la guerra en Bosnia.
Pero hubo millares de personas que pasaron por delante e hicieron comentarios
negativos o no quisieron pararse. No quieren ver la verdad. Especialmente
ahora que Milosevic está en el Tribunal Internacional de La Haya los
ciudadanos serbios lo incluyen de nuevo dentro de su identidad nacional.
Cuando Milosevic habla nunca dice que él es culpable, él dice que la
comunidad internacional dice que todos los serbios son culpables. Y
la gente toma de nuevo este papel, lo que no es bueno, especialmente
para nosotros en Bosnia y Hercegovina.
Contactos internacionales y cooperación con otros grupos
Jadranka-
La red de Mujeres de Negro me ha permitido sobrevivir. Hay que tener
en cuenta lo duro que es tener problemas, especialmente nosotras en
Serbia, con la policía, la cárcel, etc. Pero yo sabía que si algo me
pasaba teníamos una buena red. Cuando hablamos con otras Mujeres de
Negro compartimos información de lo que está pasando. Y en este momento
lo que estamos haciendo es compartir información sobre Palestina y sobre
la difícil situación que están viviendo. Cuando hacemos conferencias
de Mujeres de Negro vemos a otras amigas de Bat Shalom, de otros grupos,
a Gila Svirsky, también a mujeres palestinas. Nosotras no tenemos una
situación fácil en Bosnia, pero tenemos paz, esto es lo primero que
necesitamos. Tenemos también contacto con Luisa Morgantini, una mujer
muy fuerte y muy importante en el movimiento de Mujeres de Negro. Ella
es miembro del europarlamento y estuvo durante siete días en Ramala
con otros europarlamentarios y otras mujeres. Muy a menudo nos envía
emails y mensajes donde explica lo que realmente está pasando. Para
nosotras es muy importante cada acción, enviar emails, presionar a las
embajadas, a los Estados Unidos, a Naciones Unidas, hacer algo. Mujeres
de Negro es realmente una red, un buen ejemplo de cómo son las mujeres
en todo el mundo, trabajando juntas, compartiendo información, presionando
a los gobiernos donde hay un problema, saliendo juntas a las calles,
hablando de lo que pasa en otros lugares.
© Susana Galán,
WLOE. Abril 2002.
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