mujeres y paz

Mujeres de Negro: 14 años de activismo por la paz

Ednna Gluckman: Pionera de la paz en Tel Aviv

Ednna Gluckman es natural de Chile y, aunque vive en Israel desde hace ya 50 años, sigue sintiendo un fuerte vínculo por su tierra natal. Ednna pertenece al grupo de pioneras que durante la primera Intifada formaron el grupo de Mujeres de Negro de Tel Aviv. Con una ideología de fondo socialista y pacifista, ha experimentado todas las fases por las que ha pasado el conflicto desde su militancia en el grupo. Desde las primeras concentraciones y las esperanzas de las conversaciones de Oslo, y desde el inicio de la segunda Intifada hasta la masacre de Jenin, su opción ha apuntado siempre a la necesidad del diálogo entre las dos comunidades.

El pasado mes de mayo, con el recuerdo aún reciente de las masacres en el campo de refugiados de Jenin, pudimos hablar con ella. Éste es un resumen de sus palabras.

Vestirse de negro contra la ocupación israelí: la tarjeta de visita de MdN

Ednna- Antes de la primera Intifada ya habíamos formado un grupo que se llamaba Mujeres por la Paz. Y cuando empezó la revuelta se formó espontáneamente el grupo de Mujeres de Negro. Se inició principalmente en Jerusalén, con unas ocho mujeres que empezaron a concentrarse vestidas de negro por el dolor de la muerte, por lo que estaba pasando, como protesta, y con pancartas que llamaban a terminar con la ocupación. Empezaron a pararse todos los viernes en una plaza que hasta ahora siempre ha sido la misma, en la plaza de París, con el lema "Terminad con la ocupación", y el movimiento empezó a extenderse por todo el país.

Nosotras, las de Tel Aviv, empezamos también en el 88 y, hasta hoy, nunca hemos dejado un sólo viernes, llueva o haga calor, de estar ahí paradas con los carteles. Cuando hemos fallado ha sido porque ha habido una actividad mucho más importante, como viajar a algún lugar. Pero el principio es que estamos allí, aunque sea una sola mujer la que esté parada.

Israel tomó el ejemplo de las mujeres argentinas de la plaza de Mayo, sólo que nosotras nos vestimos de negro y nuestro lema principal es terminar con la ocupación, aunque después cada una de las mujeres pone sus propias ideas. Nuestro grupo, en comparación con el de Jerusalén, es más radical e inmediatamente empezamos a poner carteles como "Hablad con Arafat", cuando estaba prohibido, y "Salid de los Territorios". En Jerusalén eran más conservadoras, siempre querían que todo el mundo se sintiera bien y estaban paradas con una mano negra de cartulina escrita con letras blancas.

Cuando se firmó el tratado de paz, en el 93, en Jerusalén hubo una época en la que se creyó que iba a haber paz, y muchas mujeres abandonaron. Nosotras discutimos mucho con ellas y les dijimos que esto no era todavía paz y que no veíamos todavía ninguna solución. Y entonces, cuando se empezaron a convencer de que la cosa no era como se creyó, volvieron.

El contacto con otros grupos pacifistas y feministas y con mujeres palestinas

Ednna- Las Mujeres de Negro pertenecemos a millones de grupos. Nos llamamos Mujeres de Negro como movimiento autónomo, sin jerarquías, quien quiere viene y se para. Y cada una de nosotras pertenece a todos los grupos feministas y pacifistas que hay por acá. Yo también estoy en el grupo de Bat Shalom, que tiene la sede en Jerusalén, y trabajamos con las palestinas en Jerusalen Link.

En Mujeres de Negro de Tel Aviv hay muy pocas mujeres palestinas israelís, están sobre todo en Nazareth, en Acre y en Haifa. Y las palestinas de los Territorios no pueden estar paradas como Mujeres de Negro, imposible, y cuando podían venir, cuando era más fácil entrar en Israel, ellas decidieron que esto era una vigilia de protesta que tenía que venir más de nuestra parte que de la suya. Y nosotras lo aceptamos.

Pero ahora, con la segunda Intifada, el asunto fue tan grave que estuvimos un poco apartadas, ahora se está creando de nuevo el contacto. Han salido declaraciones de ellas y declaraciones nuestras y ya sacamos declaraciones en conjunto. Se están formando de nuevo los hilos para crear la cooperación, aquí es mucho más difícil porque no nos podemos ver.

Pesimismo por el estado del conflicto

Ednna- En este momento no soy muy optimista, estamos todas muy mal, de mal humor y muy escépticas, pero cuando una mira hacia atrás ve que algo ha hecho. Al principio, cuando estábamos paradas, una vez me amenazaron con una navaja. Se bajó un muchacho, me rompió el cartel que yo tenía y me dijo: "da las gracias que no te abro el estómago aquí". Era muy, muy violento. Y hoy día no, hoy discuten, nos pueden gritar que somos las putas de Arafat, que nos queremos acostar con los árabes, o cosas así, que somos traidoras. Lo más que nos pueden decir es: "que se mueran ustedes", que es horrible, pero que es lo más. No es una violencia física como era antes. Como sea hemos puesto nuestro granito de arena, nos aceptan, ya no nos excluyen como antes. Lo malo es la censura, no aparecemos en ninguna parte, tiene que ser una gran cosa para que aparezcamos en algún sitio.


© Susana Galán, WLOE. Mayo 2002.

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