gila
svirsky |
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Hace unas pocas noches, me despertó a las 11.00 de la noche el sonido del altavoz de un coche policial. Oí cómo se llamaba a alguien para que saliese a la calle. Me pregunté si algún terrorista se había quedado en el vecindario, tal y como había sucedido más de una vez en otras partes de Israel. Mantuve la luz apagada y fui corriendo para asegurarme de que la puerta de entrada estaba cerrada. Después encendí la radio para oír si algo de interés había sucedido en mi vecindario. Como no escuché nada, volví a la cama y me acosté de nuevo esperando a que sucediese alguna otra cosa. Después de un rato, pensé en cuantos palestinos completamente normales y respetuosos de la ley, eran despertados en mitad de la noche por los altavoces de los vehículos del ejército, se tumbaban en la cama a esperar acontecimientos y terminaban oyendo los ruidos de un vecino al ser arrestado y sacado de casa ... o siendo ellos mismos detenidos. Hace unas pocas semanas, un altavoz llamó a los residentes del pueblo de Beit Lahiya para que saliesen de sus hogares en mitad de la noche y 200 vecinos -incluyendo niños pequeños y dos mujeres que habían dado a luz 2 días antes- fueron obligados a pasar horas hacinados en la fría noche de invierno hasta que el ejército les dejó volver a sus hogares. Esto no es extraño que suceda en los barrios palestinos, aunque esta información raramente llega a los periódicos de Israel. En mi barrio, lo que estaba sucediendo es que la policía buscaba a un niño perdido. En el barrio palestino puede que sea la búsqueda de alguien que está en la "lista de buscados" o simplemente un vulgar hostigamiento. La vida de los palestinos en los territorios ocupados se ha deteriorado de manera absoluta desde que Sharon llegó al poder, mucho más que bajo cualquier otro primer ministro israelí que le haya precedido. Lo extraño, sin embargo, no es el imperio del terror -esto no es una sorpresa bajo Sharon- sino la indiferencia de los ciudadanos israelíes ante esta conducta. ¿Cómo es posible que durante dos años y medio de una conducta de creciente crueldad por parte de nuestro ejército, la opinión pública israelí no haya tenido casi nada que decir en relación a los soldados... ... que orinan en ordenadores escolares y defecan en las alfombras de los hogares que han ocupado para su uso; ... que destruyen accidentalmente los hogares de gente inocente porque estaban próximos de los hogares deliberadamente destruidos. ... que impiden que residentes de ciudades enteras salgan de sus casas durante semanas y semanas (sin excepciones -ni para farmacia, diálisis, dar a luz, comprar comida, ir a la escuela o visitar a su madre enferma); ... que causan daños a 27 ambulancias palestinas sin posibilidad de reparación y hieren a 187 miembros del personal sanitario. [www.palestinercs.org] ... que asesinan a gente sin las formalidades de un juicio ni un proceso justo, sin mencionar los disparos temerarios que provocaron la muerte de 126 niños inocentes de 13 años o menores (incluido 19 bebes y niños de 5 años o menores [www.btselem.org]. ¿Por qué, intento
comprender, los israelíes se mostran ciegos ante esta brutalidad? ¿Dónde
están las expresiones de repulsa de los israelíes decentes? ¿Por qué
los grandes periódicos no informan sobre estas historias que rompen
el corazón (y no solamente el periódico Ha'aretz, liberal y de una tirada
mucho menor)? ¿Por qué ningún partido político judío criticó al gobierno
en las recientes elecciones por su política de castigo colectivo? ¿Por
qué los valientes jóvenes, hombres y mujeres, que se niegan a tomar
parte en estos crímenes son despreciados por los medios de comunicación,
mientras que ni siquiera Peace Now ni el Partido Meretz acuden en su
apoyo? ¿Por qué solamente un puñado de personas están dispuestas a aplicar
la etiqueta de "crimen de guerra" a estos actos del ejército - actos
que merecen esta designación bajo cualquier lectura objetiva de los
instrumentos de la ley internacional? Las causas de la indiferencia: La falta de indignación
y de compasión en Israel es difícil de entender. ¿Es un reflejo del
hecho de que los israelíes están desinformados? ¿O están enterados
y son indiferentes? Primero, los medios de comunicación tienen parte de la culpa. Aunque se informa de hechos y cifras, los medios no cumplen el deber de transmitir el sufrimiento humano que hay tras las políticas de puño de hierro. El periodista Gideon Levy señala [Ha'aretz, 2 feb. 03] que cuando 15 palestinos fueron asesinados en Gaza en un día empapado en sangre la semana pasada (19 febrero) los periódicos israelíes estaban repletos con la historia de las granadas Qassan que dieron en Sderot, hiriendo a una persona.La periodista Amira Hass habla de la "rutina de la calamidad" (Ha'aretz, 26 de Febrero de 2003) en Palestina como una espiral de desastres, lo que creo que ha convertido en rutina también la información sobre ellos y nuestra respuesta. Cuando 25 hogares fueron destruidos en Gaza el mes pasado, dejando a 200 palestinos sin hogar, ni una sola TV o radio consiguió transmitir la historia de esta gente con algo que se aproximase a la compasión. Segundo, la violencia palestina contra los civiles israelíes suministra la tapadera para que los israelíes nos centremos en nuestra propia pena y temor y enmarquemos el sufrimiento de los palestinos como algo secundario o un subproducto de nuestra "guerra contra el terrorismo". Además, transeúntes inocentes también han sido asesinados en nuestro lado, haciendo aún más difícil para los israelíes el sentir compasión por los que parece que apoyan los ataques. Sin embargo el balance completamente desequilibrado de poder y sufrimiento no ha penetrado en la conciencia del población israelí en su conjunto. La violencia por ambas partes es reprensible pero la mayoría de los israelíes se comporta como si solamente nuestro pueblo fuese la víctima, mientras que en el otro lado, todos ellos, fuesen autores de los crímenes. Tercero, gran parte de culpa recae sobre nuestros líderes políticos y rabinos que se dedican a sembrar el miedo y a deshumanizar al otro. El racismo está creciendo a pasos agigantados en Israel, desde el popular rabino Ovadia Yosef que llama a todos los árabes "serpientes", hasta el Presidente Katsav que dijo a un grupo de muchachos en su bar-mitzvah "los palestinos no se comportan como si viniesen del mismo planeta que nosotros". El partido de la Unión Nacional, miembro del nuevo gobierno de Sharon, aboga abiertamente por la limpieza étnica- el "traslado" (transfer), como ellos lo llaman, de todos los árabes de Israel y los territorios. ¿Cabe sorprenderse de que tan pocos presten atención al sufrimiento de los que han sido degradados y deshumanizados? Entretanto nuestros líderes militares repiten el mantra de que "Las Fuerzas de Defensa Israelíes son el ejército más moral del mundo". Debe haber muchas
más razones para la indiferencia israelí. Eitan Felner, el antiguo director
de la organización de derechos humanos B'Tselem, se refirió a la conducta
de Israel como la típica de un adulto que ha sufrido abusos de niño
y como consecuencia se convierte en un adulto abusador, lo mismo que
los judíos que sufrieron abusos en Europa y ahora toman su revancha
sobre otros (NY Times ¿fecha?). Muchos israelíes creen que ellos son
titulares de los derechos exclusivos a la categoría de "víctimas sufridoras",
y son incapaces de darse cuenta que han infligido sufrimiento y han
convertido en víctimas a otros. ¿Posibilidades de cambio? Pero la cuestión importante es, ¿Cómo podemos penetrar en la insensibilidad de los israelíes, tanto soldados como civiles, en lo relativo al error de nuestras acciones -moralmente erróneas y estratégicamente estúpidas. Tal y como virtualmente todo el mundo ha reconocido ahora, las políticas brutales sólo crean más amargura y deseos de venganza. ¿Cómo podemos llevar el mensaje a los israelíes de que el gobierno está socavando nuestra seguridad en los territorios con cada acto de humillación y crueldad? ¿Cómo podemos convencer a los israelíes de que estamos comportándonos de alguna manera como los perseguidores de los judíos se han comportado desde tiempo inmemorial? Los activistas
de paz y de derechos humanos israelíes se han devanado los sesos pensando
en cómo lograr esto. Los hombres y mujeres jóvenes que se niegan a
prestar servicio en el ejército han hecho más que lo que les corresponde
para que seamos conscientes de la crueldad de los actos del ejército,
pero como resultado de esto se enfrentan a un tribunal militar y la
prisión. Liderados por la organización New Profile, varios activistas
de paz llevarán a cabo una concentración en Abril para expresar lo
orgullosos que estamos de estos jóvenes. Hay una violencia
aleatoria, hay arrestos en mitad de la noche y hay incontables maneras
de hacer que una persona se sienta impotente, temerosa, sin saber si
llegará hoy a casa o si mañana continuará de pie al lado de su coche,
esperando que un joven soldado le deje pasar. Traducción del inglés:
Idoia Elortegui. |
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