Mundialización económica, globalización neoliberal, grupos antiglobalizadores...
Hoy en día es imposible salir a la calle y no toparse con alguno de
estos conceptos, ya sea en los titulares del periódico o en las conversaciones
de la gente. A través de la globalización se pretende explicar todo,
desde la quiebra de una empresa a la subida del precio de la fruta.
Pero ¿qué significa la globalización? ¿Y la antiglobalización? Ignacio
Ramonet, director de Le
Monde Diplomatique y fundador del movimiento ATTAC
(Acción para una Tasa Tobin de Ayuda al Ciudadano), lo define de una
forma sencilla, apta para profan@s en la materia.
¿Qué es la globalización?
Me preguntan a
menudo ¿qué es eso de la antiglobalización? ¿Un partido político?
¿Un sindicato? ¿Una organización no gubernamental (ONG)? ¿Cual es
su programa? ¿Dónde está su sede? ¿Quiénes son sus jefes? Ahora, con
la Cumbre de la Tierra en Johanesburgo, redoblan las preguntas. Las
respuestas suponen que se sepa, primero, qué es la globalización liberal.
Fenómeno esencialmente económico, la globalización hace que cada vez
haya mas países que intercambien una cantidad cada vez mayor de bienes
y de servicios. Para que este intercambio sea mas intenso, la lógica
de la globalización exige la supresión de todo lo que puede frenar
los intercambios comerciales: aranceles aduaneros, tasas, leyes y
reglamentos proteccionistas, etc. Esto acarrea el desmantelamiento
del sector económico controlado por el Estado, ya que éste podría
tener tendencia a proteger ese sector y no abrirlo a la competencia.
Por eso la globalización rima, en todo el planeta, con privatización
de todo lo que generalmente controla el Estado (electricidad, teléfono,
agua, energía, ferrocarriles, autopistas, compañías aéreas, educación,
sanidad, etc.).
Por otra
parte, al suprimir las barreras se favorecen las importaciones que
entran en competencia con la producción local. Una competencia frecuentemente
desleal, ya que los nuevos países exportadores no tienen la misma
legislación social, la misma exigencia ecológica y no prohíben el
trabajo de los niños. Por eso, en muchos países europeos, como consecuencia
de la globalización, han desaparecido tantas industrias -astilleros,
pesca, textil, minas-, y tantos miles de empleos.
La globalización
liberal defiende el mercado y combate el Estado. Es una lucha sin
cuartel que enfrenta el sector privado contra el sector publico, lo
individual contra lo colectivo, el egoísmo contra la solidaridad,
el enriquecimiento personal contra el bien común general. La globalización
y las instituciones que la promueven (FMI, OMC, Banco Mundial) se
esfuerzan en reducir al máximo el Estado, disminuyendo su presupuesto,
limitando el numero de sus funcionarios, y suprimiéndole toda actividad
económica.
La globalización es, fundamentalmente, un fenómeno financiero. Lo
que mas circula en el mundo, sin ningún tipo de trabas, son los capitales.
Aproximadamente, 2 billones de dólares cada día. Hay que saber que
la economía real -la que crea empleos y produce bienes-, representa
sólo 4 billones de dólares diarios. Es decir que equivale a apenas
¡dos días! de actividad económica mundial, la cual durante 363 días
al año es puramente financiera.
Lo que mas
se compra y se vende, no es el trigo o el petróleo sino las divisas,
el dólar, el franco suizo, el yen y el euro. Lo que da lugar a una
especulación colosal. Que enriquece a aquellos que tienen capitales
para participar en esa especulación. Consecuencia : los ricos son
cada día menos numerosos pero mas ricos, y los pobres cada vez mas
numerosos y mucho mas pobres. En la era de la globalización, la terrible
realidad social de nuestro planeta es que hay apenas unos 500 millones
de personas que viven como un europeo medio, mientras que los que
se encuentran en la necesidad son ¡5.500 millones!
Entonces,
¿qué es la antiglobalización? Pues sencillamente el conjunto de protestas,
en todos los continentes, de todos aquellos (mujeres, campesinos,
indígenas, ecologistas, obreros, estudiantes, maestros, minorías culturales)
que se ven afectados negativamente por la globalización liberal. No
es evidentemente un partido, es una galaxia que reúne a asociaciones
muy diversas, opuestas a veces entre sí pero que coinciden en la denuncia
de la globalización. No tienen sede, ni tampoco jefes comunes. Pero
se dan cita para manifestar en donde se reúnen los nuevos amos del
mundo: el G8, Davos, las Cumbres europeas, el FMI, la OMC, la OCDE,
el Banco Mundial. Y, una vez al año, a finales de enero, en Porto
Alegre, Brasil, con ocasión del Foro
Social Mundial. Pero aquí no vienen a manifestar ni a protestar
sino a sugerir correctivos y a proponer soluciones para que por fin,
efectivamente, otro mundo sea posible.
Texto extraído
del boletín "El grano de arena" de ATTAC. Para consultar el documento
completo: pulsar aquí.
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