Montserrat Boix: Periodismo comprometido y feminista

Montserrat Boix es periodista y una de las mujeres más activas en la potenciación de la comunicación entre mujeres a través de las nuevas tecnologías. Nacida en Barcelona, vive actualmente en Madrid, desde donde coordina la red alternativa en Internet Mujeres en Red. Experta en temas del Magreb, Oriente Medio y el mundo árabe, mantiene un estrecho contacto con los grupos de Mujeres de Negro.

La encontramos en Barcelona el Día de la Mujer Trabajadora. Fue a pronunciar una conferencia sobre mujeres y nuevas tecnologías. Antes de la charla pudimos hablar con ella y esto es lo que nos dijo.

Primeros contactos con el grupo de Mujeres de Negro en Israel

Montserrat- Me llamó especialmente la atención el hecho de que hubiera en Israel un grupo de mujeres pacifistas que tuvieran un discurso bastante diferente al discurso habitual. Eran capaces de plantearse la comunicación con las mujeres palestinas, a pesar de que luego, cuando las conocí, me explicaron que el proceso era muy complicado. En 1999 hubo un encuentro en Montenegro, me apunté, tenía también contactos con compañeras italianas, del movimiento de Mujeres de Negro, y fui con ellas. Este viaje me permitió conocer más todo lo que significaba el movimiento internacional aunque, de hecho, cada grupo en cada país tiene su manera de hacer diferente. Es decir que no es un grupo específico homogéneo, sino que hay elementos comunes que son el vestirse de negro, el luchar contra las guerras en este sentido, pero incluso la persona que lo fundó, Hagar Roublev, que murió hace poco, se planteaba: "yo no sé si soy pacifista, porque cuando se han de buscar respuestas a la ocupación israelí de los Territorios Ocupados puede que no sea suficiente con quedarse sentadas y decir que queremos la paz".

Hagar Roublev, un nombre propio en la historia del feminismo en Israel

Montserrat- Hagar era una persona muy abierta, yo estaba acostumbrada a la gente, sobre todo a los israelís, defendiendo los intereses de sus estados. Hagar había vivido en muchos lugares del mundo, tenía una cultura muy amplia. Se hacía joyas, por ejemplo, era artesana, vivía en el centro de Jerusalén, en el barrio antiguo. Era una persona que valoraba mucho las pequeñas cosas y que tenía una formación muy amplia. Por ejemplo, yo muchas veces le cuestioné el movimiento. Le decía que el movimiento de Mujeres de Negro estaba muy bien, pero que resultaba que a la hora de la verdad cada una hacía lo que quería. Y ella me decía: "no, pero si eso está bien". Ella no tenía ningún interés en controlar, quería que cada una siguiera en su onda, no tenía ningún interés en liderar nada.

El rol de las mujeres en el conflicto: las primeras conversaciones con palestinos

Montserrat- Las mujeres han hecho mucho. De hecho en un principio, antes de que los hombres israelís y palestinos se encontraran en las conversaciones de Oslo, las pimeras que empezaron a encontrarse fueron las mujeres, es decir que avanzaron ya en posiciones de diálogo. Hubo muchos encuentros informales tanto de hombres como de mujeres, pero las primeras que empezaron y que se arriesgaron a estar en un mismo espacio, que ya era conflictivo, fueron ellas. Hubo mujeres que decidieron apostar y decidieron establecer un espacio común para hablar. Aunque también reconocen que era muy difícil, Hagar lo comentaba, y las circunstancias eran también muy diferentes. Porque ellas eran las israelís y pertenecían al pueblo ocupador, y eso era muy difícil de superar. Ellas acabaron diciendo: "nosotras estamos aquí, estamos dispuestas a buscar espacios comunes, decidnos cómo queréis que trabajemos". Y consiguieron hacer algunos talleres y algunos contactos. A parte de esto, algunas mujeres, por ejemplo Hagar, tenían mucha relación con los palestinos y habían estado en este grupo de primeras conversadoras. Me acuerdo que Hagar siempre decía que tenía que llegar al aeropuerto muchas horas antes porque siempre la detenían, los israelís desconfiaban mucho de ella.

Era una mujer muy conocida, de hecho últimamente, cuando murió, estaba trabajando en el tema de la lucha antinuclear. Esto fue de lo último que me comentó. Estaba muy implicada políticamente y mantenía una posición muy clara, ella consideraba que era israelí y que tenía las ventajas de poder decir lo que los palestinos no podían. Recuerdo que también estaba muy, muy preocupada por los integrismos, también por los judíos.

¿Es posible la reflexión feminista cuando la acción es más urgente?

Montserrat- Yo encuentro a faltar un poco de reflexión ideológica sobre el tema de las guerras y las mujeres. Claro que, cuando yo planteaba esto, me decían que siempre estaban pendientes, sobre todo en Montenegro, en Serbia. En todos los encuentros había aún historias muy recientes y en vez de ser un espacio para la reflexión eran muchas veces terapia, de mujeres que habían sido agredidas, de enfrentamientos de las unas con las otras, y de cómo encontrar espacios comunes para que volvieran a hablar, por ejemplo las mujeres de Kosovo y las de Belgrado. Desgraciadamente siempre ha habido guerras que han impedido una reflexión más serena. El problema de los nacionalismos o de determinados nacionalismos es que están muy construidos por los hombres y en nombre de los nacionalismos se hacen muchas guerras. Es importante que haya otro punto de vista de mujeres que piensen: "no podemos caer en estas trampas y hemos de buscar espacios comunes para hablarnos a pesar de que los hombres se estén matando entre ellos". Durante los encuentros había tensión pero se conseguía el diálogo. Se avanzaba en este sentido.

Las nuevas tecnologías como nexo entre feministas de todo el mundo

Montserrat- Las nuevas tecnologías son un medio muy efectivo a la hora de coordinar estrategias, a la hora de intercambiar información, a la hora de avanzar en las reflexiones. Elimina fronteras, claro que tenemos el problema del idioma. Mujeres en Red tiene el valor en un momento determinado de unificar y de crear un espacio, prácticamente en Europa no había demasiado movimiento y en español no había prácticamente redes de mujeres en Internet, casi todas eran en inglés. Nosotras estamos en contacto con todas las otras redes. Luego con las redes en inglés se puede acceder a las mujeres de la India, a las de Afganistán. Por lo que hace al seguimiento del conflicto de Afganistán pienso que es una buena experiencia sobre qué es lo que han podido dar de si las redes de mujeres. Son ellas las que nos explicaban desde Rawa y desde Hauka qué es lo que querían y cómo las podíamos defender. Este es otro de los aspectos que favorece Internet, te puedes comunicar más fácilmente con las mujeres que están sufriendo los problemas y de esta manera se facilita que no seamos nosotras las que inventemos soluciones, sino que sean ellas las que nos digan cómo las podemos ayudar.

El acceso a los medios de comunicacion es el reto. Cada vez hay más filtración o más sensibilidad desde un lado y el otro. De hecho el problema de los talibanes y el problema de los fundamentalismos islámicos se estaba denunciando desde los grupos de mujeres ya desde hace tiempo. Tenemos que pensar que nuestras experiencias sirven para mejorar algo, si no mejor nos quedamos en casa.

Hacia una cultura de paz con perspectiva de género

Montserrat- Yo creo que la mujer ha de reflexionar mucho sobre lo que quiere y cómo quiere el mundo. Y ha de acostumbrarse a hablar con otras mujeres y a escucharse, que quizás aún hay pocos grupos de trabajo en este sentido. Está claro que las mujeres están más acostumbradas a la negociación. Está claro que las mujeres no hacen las guerras y en cambio son las principales víctimas de las situaciones de conflicto. Pienso que de entrada nos tendríamos que sumar a la reivindicación de que en las mesas de negociación haya una representación ecuánime, justa en la relación paritaria, que se las tenga en cuenta, porque normalmente acostumbran a tener bastante más sentido común.

ø Susana Galán, WLOE. Marzo 2002.